lunes, 30 de julio de 2007

Espionaje: La FIA corta por lo más delgado


Quizás uno de los espectáculos más burdos y aberrantes han salido a la luz durante este mes hemos vivido. Me refiero al escándalo por espionaje en el cual el ingeniero de Ferrari Nigel Stepney traspasó información sobre el auto a su colega del equipo McLaren Mike Coughlan, Ferrari despidió a Stepney y McLaren suspendió a Coughlan. Lo que faltaba por saber es si McLaren tuvo y ocupó la información de Coughlan.


Esto de los espionajes ha existido siempre en la historia de la Fórmula 1, pero nunca de una envergadura tal de utilizar a un miembro de otro equipo donde la cantidad de información es enorme y que las consecuencias futuras para este deporte pueden ser insospechadas, es por ello que la investigación debió ser de una envergadura que exigía la máxima rigurosidad y el tiempo necesario para saber la realidad de los hechos.


Acá se acusa a McLaren de dos delitos; el primero es de apoderarse de información de Ferrari y el segundo de si dicha información sería utilizada en beneficio de sus coches. La FIA determinó que si bien McLaren tenía la información, no la utilizó en su beneficio y por eso no se aplicará ningún castigo. Entonces nos damos cuenta que la sanción debía ser por los dos delitos. Acá vemos que sí se cometió uno de los delitos, y ese delito no se sancionó, creo que la falta de seriedad, y sobre todo el temor que generará en la FIA que si McLaren hubiese ocupado la información para mejorar el rendimiento de sus autos, entonces debía de sancionarlos duramente. La FIA decidió no investigar más.


Esto generó indignación en Ferrari, que evidentemente se sintió perjudicada, al punto de llevar el caso a la justicia civil tanto en Italia como en Inglaterra, es obvio que Ferrari se sienta perjudicada ya que no queda claro el aspecto principal, además que se beneficia a su histórico archirrival, cuyas relaciones siempre se han destacado por todo menos por su cordialidad y simpatía, sino recordemos los campeonatos de 1974, 1975, 1976, 1985, 1990, 1998, 1999, 2000 y 2003.


El temor fundamental no es que McLaren use la información para 2007, pero que pasará en 2008, el problema se acrecenta si en ese año McLaren domina a voluntad dicho año. Con esto la FIA daña una vez más al deporte por cuidar el rumbo del campeonato y no estar a la altura de las circunstancias. Con esto el incendio generado por Stepney y Coughlan la FIA lo apaga con bencina.

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